Para seu conhecimento

Viaje al santuario de Picasso

Envuelto en una capa española, el artista descansa en el castillo de Vauvenargues - El refugio más desconocido del pintor abre sus puertas con restricciones este verano

por Tereixa Constenla
28.08.2010

Picasso entró en el baño y salió corriendo. Regresó con botes de Ripolin, la pintura industrial que usaba, y transformó para siempre aquella pared blanca. Un fauno que toca la flauta en el bosque ameniza desde entonces las visitas al inodoro del castillo de Vauvenargues, en la Provenza francesa. Picasso vio el espacio y no pudo contenerse.

Jacqueline Roque, su pareja, contaría después a André Malraux que cuando ella vio el mural, tampoco. Compró muebles de jardín -de color verde-jardín- para acompañar al fauno del bosque que cualquiera podía contemplar cada vez que visitaba el cuarto de baño por asuntos poco artísticos. El mural fue uno de los muchos arrebatos que sintió Picasso en Vauvenargues. El primero fue comprarlo. Lo hizo en 1958 en cuanto descubrió que se vendían los escenarios del monte Sainte Victoire pintados por su apreciado Cézanne.

El siguiente fue arrepentirse. Tras una noche en blanco, el día de la gran mudanza, en abril de 1959, el pintor se bloqueó.
-Vuelve a llamar a los camiones. No nos vamos a ir nunca de aquí... Olvida el nuevo castillo. ¡Véndelo! ¡Regálalo!

Jacqueline Roque, que se convertiría en la segunda esposa del artista antes de dos años, no hizo caso. La cámara de David Douglas Duncan, uno de los muchos fotógrafos amigos de Picasso, atrapó todo el proceso: el miedo al cambio, el reencuentro del pintor con su valiosa colección personal (obras de Matisse, Braque, Modigliani, Courbet...) y el despliegue de esculturas a las puertas del castillo como tropas de bienvenida.

Allí se instalaron pintor y musa hasta junio de 1961, huyendo también del asedio de Cannes. Picasso ya era rico y célebre. En la finca La Californie tenía una vida social intensa y tal vez nostalgia del silencio. Vauvenargues le permitió cambiar la atmósfera y reencontrarse con su recuerdo de España.

Se levantaba tarde, pintaba retratos de Jacqueline -en uno de ellos la corona Jacqueline de Vauvenargues-, naturalezas muertas y variaciones del Desayuno en el prado, de Manet. Vuelve a la mitología -el fauno flautista que toca sobre la bañera- y descubre la potencia del verde. "Es curioso. Cuando llego a Vauvenargues todo es distinto y la pintura también. Es más verde", dirá.

El castillo le cambia y él cambia al castillo. No mucho. Solo ordena instalar la calefacción central y el baño. Apenas pasa dos años en él. En otro arrebato, fruto de la aprensión, decide mudarse a Mougins para tener a mano un médico de confianza. Sin embargo no se deshace de Vauvenargues, donde será enterrado en abril de 1973 envuelto en una capa española, regalo de Jacqueline.

Sus restos descansan entre cedros, bajo un montículo coronado por una reproducción de La dame à l'offrande (1933), que se mostró ante el pabellón de la España republicana en la Exposición Universal de París de 1937 donde nació el Guernica como icono. Siempre que pudo, Jacqueline rindió honores a los principios de su marido. Y cuando ya no pudo más y se quitó la vida en 1986, fue enterrada junto al pintor, a los pies de la fachada principal del castillo de Vauvenargues (siglo XVII), convertido en la tumba de Picasso porque el alcalde de Mougins no autorizó la inhumación en la finca de Notre Dame de Vie.

La tumba de Picasso mira al oeste. Es lo primero que uno encuentra al traspasar la entrada del castillo, cerrado a las visitas hasta 2009, cuando se abrió durante el verano a grupos reducidos, coincidiendo con la exposición que unía a dos maestros que nunca se conocieron, Cézanne y Picasso. Este verano se ha repetido la operación. Catherine Hutin, la heredera de Jacqueline Picasso y actual propietaria, permite el acceso bajo criterios restrictivos (una hora, visitas guiadas, grupos pequeños, sin fotos).

El próximo viernes 2 de octubre se abrirá al público por última vez. Sobre una reapertura futura hay incertidumbre, lo que acrecienta la sensación de acceder a un lugar privilegiado. La propietaria ha declarado en alguna ocasión que no desea trastornar la apacible rutina del minúsculo pueblo (alrededor de 600 habitantes), cuyos vecinos se debaten entre el temor a ser sepultados por la vorágine picassiana y la pérdida de negocio.

Hutin huye de la exposición pública como del diablo. Son contadas sus entrevistas (rehusó hablar con este diario). Le desagrada comentar su relación con Picasso -ella tenía cuatro años cuando su madre conoció al pintor- y, sobre todo, de las controversias que rodean a la familia. La más reciente se desató tras la publicación del libro La verdad sobre Jacqueline Picasso, escrito por Pepita Dupont (2007), que acabó ante los tribunales.

También le incomodan cuestiones relativas al supuesto deseo de su madre de donar a España las 61 obras de la exposición Picasso en Madrid. "He regalado a España cosas y lo que hago lo hago con todo el corazón, pero que me dejen en paz. Soy la única heredera de mi madre, y con eso está todo dicho", declaró el pasado junio al periódico coruñés La opinión.

En esa entrevista, Hutin explicaba que abrió el castillo para mostrar "la sencillez" en que vivían: "Yo no cambié absolutamente nada. La gente siempre se imagina cosas extraordinarias, pero yo dejé todo como estaba y, en ese aspecto, es mostrar mi verdad. Hemos hecho reformas aunque no se ven. Todo está igual".

Por eso uno tiene la sensación de entrar en un recinto congelado en 1961. En el comedor siguen objetos que Picasso incluyó en obras de la época: el aparador negro estilo Enrique II o la mandolina que compró a un anticuario de Arlés tras una corrida de toros, incluida en numerosas naturalezas muertas. En un rincón, junto a un ventanal, está la mecedora donde el artista leía.

En su estudio -una gran estancia dominada por una chimenea de yeso y generosos ventanales que miran al oeste- siguen los botes de pintura Ripolin, pinceles y caballetes, dos sillas pintadas por Picasso, un recorte de periódico sobre Hitchcock y una página del semanario taurino El Ruedo del 6 de agosto de 1959 donde se informa de una corrida en la que iban a participar su íntimo amigo el torero Luis Miguel Dominguín y Antonio Ordóñez.

Para acceder a la planta superior hay que subir por una desnuda escalera de la vanidad -bautizada así por el tamaño que ocupaban en castillos y casas de campo de la zona-, que conduce al dormitorio de Picasso, donde aguardan varias sorpresas. Una es el espartanismo del cuarto. Otra es el cabecero: una senyera. El guía cuenta que la tela con los colores de la bandera catalana fue colocada por Jacqueline con un afán provocador frente a la dictadura franquista.

En el espacioso dormitorio hay un armario tosco, una alfombra tejida en rojo y negro por artesanos de la comuna de Aix-en-Provence según un diseño del artista, una silla española de anea, un teléfono gris de disco depositado sobre un tallo de madera, una mochila de cuero de la Primera Guerra Mundial y un retrato de Picasso en albornoz amarillo hecho por David Douglas Duncan, un fotoperiodista curtido en guerras que gozó de frecuente acceso a la intimidad de Picasso. Sus obras figuran en catálogos.

Más sorprendentes resultan las captadas por Jacqueline Picasso, que retrató a su pareja casi a diario desde 1953. Catorce de estas fotos fueron donadas por Catherine Hutin al Museo Picasso de Barcelona -la institución española que más mima: hace un año le donó un dibujo previo de Las meninas-, pero mayoritariamente es una colección desconocida.

Durante este verano se exponen en varias salas del castillo 60 imágenes tomadas por Jacqueline. Curiosas. Picasso, con gafas redondas de concha, leyendo un artículo sobre la guerra de Argelia en un ejemplar de Paris Match del 16 de junio de 1956. El pintor, en pantalón corto y con un cachorro dálmata en brazos.

No es el único material inédito. Casi al final de la visita se proyecta un documental rodado por Jacqueline Picasso en Vauvenargues. El artista se pasea por su estudio mientras bebe de una taza, la reconviene con un dedo ante la cámara, saluda a las visitas a la manera torera desde la ventana del primer piso y finalmente se despide con un beso. En la película se ve al artista mientras retoca Monument aux espagnols morts pour la France, el óleo que pintó al final de la Segunda Guerra Mundial.

El paisaje que Picasso ve desde la ventana -y desde la gran terraza-pinar que se asoma a la ladera norte de la montaña- está en alguno de sus cuadros de la época. Es un paisaje que le recuerda a Horta del Ebro, la tierra de su amigo Manuel Pallarès. De hecho, la primera impresión que tiene de Vauvenargues le dispara la melancolía. "Lo visitamos una mañana, todavía estaba el mercado en la plaza del pueblo y ¡los agricultores hablaban catalán! Además, los puestos de fruta y verdura se parecían a los de nuestra tierra", comentará Picasso, tras visitar el castillo con Jacqueline y Jean Cocteau.

Fuera del castillo, la atmósfera que conquistó el pintor sigue casi igual. Dentro, se ha detenido en los días de Picasso. Incluso cuando ya no estaba, como ocurre en la gran sala de guardia, donde su cuerpo permaneció varios días mientras no se derretía la nieve sobre el atrio donde se cavó su tumba.
www.elpais.com/

MUNDIAL DE TANGO

Dos jóvenes porteños, los ganadores
del Mundial de Tango Salón

Se impusieron a otras 39 parejas en la ronda final que se realizó en el Luna Park. Rubén Blades compartió escenario con Leopoldo Federico.
30.08.2010

Una pareja de jóvenes porteños ganó esta noche el VIII Mundial de Baile de Tango Salón, cuya ronda final se realizó en el Luna Park y contó además con la presentación de Rubén Blades, quien interpretó sus clásicos en versión tanguera junto a Leopoldo Federico y su orquesta.

Los ganadores, Sebastián Ariel Jiménez, de 18 años, y María Inés Bogado, de 29, compitieron con otras 39 parejas en la ronda final. El año pasado, el primer lugar había quedado en poder de una pareja japonesa.

El cantante y compositor panameño Rubén Blades, uno de los más grandes de la canción latinoamericana, compartió escenario con el bandoneonista Leopoldo Federico, quien lo acompañó en tangueras versiones de los clásicos de su carrera.

En el marco de la gran final de Tango Salón del Campeonato Mundial de Baile, del Festival Tango Buenos Aires, el artista deleitó a una afectuosa audiencia a partir de títulos como "Ella", "Pablo Pueblo", "Paula C" y una versión milonguera de "Pedro Navaja" , todos arreglados por el argentino Carlos Franzetti.

"Es un honor para mí estar en este escenario con usted, no sabe lo feliz que me hace", le dijo Blades a Federico luego de besarle la mano. Considerado el inventor de la "salsa social" y cuyo compromiso político lo llevó a aceptar cargos en el gobierno de su país, Blades le puso su sabrosa impronta al singular encuentro.

Mañana será el turno de la final para la categoría Tango Escenario, que entiende a la danza del tango desde una concepción coreográfica vinculada con el espectáculo. El primer premio de cada categoría es de 20.000 pesos para la pareja ganadora.

El Mundial de Tango comenzó el pasado día 23 con la participación de 405 parejas, un 30 por ciento más que en 2009, procedentes de 18 países, como Argentina, Brasil, EE.UU., Francia, Japón, Sudáfrica, entre otros.
Paralelamente al Mundial, se celebra también en Buenos Aires el Festival de Tango, que empezó el pasado día 13 y cuyos organizadores esperan superar el récord de 2009, con más de 300.000 asistentes a las diversas actividades programadas.
www.clarin.com/

PRIMEIRO MUNDO

Escravas sexuais
Justiça acusa clãs ciganos de
explorar portuguesas

por Augusto Freitas de Sousa
31.08.2010

O processo com mais de 50 arguidos está pronto para julgamento. Os detidos em prisão preventiva foram, entretanto, libertados

J. e A. (que nunca chegou a ser localizada pelas autoridades) foram transportadas de Portugal para as quintas - fincas, em castelhano - em Espanha. Ficaram sob controlo das arguidas I. Carromão e V. Carromão, do clã Carromão. As mulheres eram obrigadas a manter relações sexuais com os trabalhadores, bem como com o homem que controlava o esquema de trabalho dos portugueses em Espanha.

O relato de oito anos de escravidão sexual faz parte de um processo que levou à acusação de 58 arguidos por escravidão, sequestro, violação, coacção, ofensas corporais e detenção de armas proibidas. A Polícia Judiciária (PJ) investigou e o Departamento de Investigação e Acção Penal (DIAP) do Porto acusou membros de dez clãs ou grupos de famílias ciganas que se dedicavam, segundo a acusação a que o i teve acesso, a angariar trabalhadores em Portugal para trabalhar em fincas e bodegas espanholas.

Eram mantidos em cativeiro, maltratados e ameaçados de morte como foi o caso, revela o DIAP, de J., aliciada por F. Santos e I. Carromão. A investigação relata que em Maio de 1997 os arguidos propuseram-lhe trabalho em Espanha por três meses e um vencimento diário de 5 mil pesetas (cerca de 50 euros) mais alojamento e alimentação. J., desempregada na altura, aceitou a benesse que parecia vir em boa hora.

Ainda em Portugal, J. quis avisar a mãe da partida, mas já não conseguiu que a libertassem. Ficou dois dias na residência dos arguidos, retiraram-lhe a documentação e ameaçaram-na que nunca mais veria a família. Logo na primeira noite, I. Carromão encarregou-se de deixar um aviso a J.: "O meu marido vai ter contigo ao quarto, faz o que ele quer se não vais ter problemas." A acusação refere que acabou por ter relações sexuais com o suspeito.

Dois dias depois arrancaram para Lucena de Jalon, Saragoça. J. ficou inicialmente numa barraca e, depois, mudaram-na para um armazém numa zona isolada perto de Jalon. J. e A. trabalhavam todos os dias da semana do nascer ao pôr do Sol. Quando chegavam ao armazém eram obrigadas a limpar as instalações. Segundo a investigação, J. nunca saiu sozinha nem lhe foi permitido qualquer contacto com a família.

A PJ apurou que durante os oito anos que J. esteve em Espanha J. foi obrigada a ter "relações sexuais, coito vaginal", com os trabalhadores e com o suspeito F. Santos, sob ameaça de arma de fogo e agressões. Nunca recebeu salário, nem dinheiro e sempre que se queixava era vítima de agressões.

Tentou fugir pelo menos três vezes na companhia de A. S. - que se tornou seu companheiro -, mas foram sempre apanhados. A acusação refere que a zona era tão isolada que os arguidos, de automóvel, facilmente os capturavam. Seguiam--se os castigos e a violência.

Finalmente a 16 de Outubro de 2005, J. e A. S. conseguiram fugir para Portugal. Em Maio do ano seguinte estavam já a residir em Macedo de Cavaleiros quando F. Santos, mais três arguidos no processo e ainda familiares entraram na residência do casal e tentaram levá-los para um automóvel que os esperava. Só não conseguiram porque o proprietário da casa conseguiu protegê-los.

Mais uma vez foram obrigados a fugir para Ribeira de Pena, mas em Outubro de 2006, quando J. e A. S. caminhavam na estrada perceberam que uma carrinha semelhante à que conheciam de Espanha abrandou. Era um dos suspeitos, B. Assis. O automóvel parou e ouviu-se: "Vamos embora, entra na carrinha." Mas conseguiram escapar porque J. fugiu aos gritos e apareceram populares que os ajudaram.

As histórias são contadas pela acusação num processo que identifica, pelo menos, 45 casos, uns mais duros que outros, de portugueses, quase todos oriundos de meios rurais, alguns mesmo sem conhecimentos suficientes para ler e outros com atrasos mentais significativos.

Segundo o despacho de acusação, os dez clãs de famílias de etnia cigana - clã Carromão, clã Bragança, clã de Celorico da Beira, clã Felgar, clã de Belmonte, clã de Mirandela, clã de Vila Flor, clã de Sambade, clã de Alfândega e clã Bimba - aproveitavam os laços familiares entre eles para transportar os escravos portugueses, para os alojar e para toda a logística desde o aliciamento à estadia em Espanha.

Em quase todos os casos, as vítimas tentaram fugir, mas a PJ refere que quase sempre eram apanhadas e ameaçadas de morte. Em alguns casos em que houve intervenção da Guardia Civil espanhola, algumas vítimas eram mesmo ameaçadas sem os agentes perceberem, por muitas vezes serem instigadas a mentir aos militares espanhóis.
www.ionline.pt/

Las leyes sexuales más disparatadas del planeta

Una recopilación de las leyes en torno al sexo más ridículas, aberrantes y extrañas que podemos encontrar en los códigos penales de diferentes países de todo el mundo.
26.08.2010

Aunque desde hace tiempo podemos encontrar en la blogosfera diferentes anotaciones que recogen algunas de las leyes sexuales más controvertidas en el mundo, por ejemplo ésta publicada en la bitácora Peluche, los autores del blog Medical Insurance han querido dar un paso más allá y han elaborado una divertida infografía (en inglés), que muestra hasta donde pueden llegar los legisladores en materia de sexo. A continuación te presentamos algunas de las más curiosas y disparatadas:

En Guam, una isla del Pacífico reconocida como territorio no incorporado a los EEUU, está prohibido casarse siendo virgen . Es por ello que existen hombres con la curiosa profesión de desvirgar a las mujeres que vayan a contraer matrimonio, cobrando incluso por ello. Nos queda la duda si ocurre lo mismo con los varones.
Algunos países de Oriente Medio reconocen una controvertida ley islámica que permite tener relaciones sexuales con corderos, pero por otra parte prohiben comer la carne del animal copulado. Exactamente la ley reza así: «Después de tener sexo con un cordero, es pecado mortal comer su carne».

Aún vamos más allá, porque en Líbano a los hombres se les permite practicar la zoofilia, con la única condición de que los animales con los que se mantiene sexo sean hembras. Cuidado porque en caso contrario el castigo es la pena de muerte.
Las leyes islámicas tampoco permiten que los musulmanes miren los genitales de un cadáver. Ni siquiera los enterradores. Para ello, los difuntos deben llevar siempre un ladrillo o una madera cubriendo sus partes íntimas.

En Barhein, los legisladores han dictado (ingenuamente) que, para evitar su excitación, los ginécologos sólo pueden examinar las vaginas de sus pacientes a través del reflejo de un espejo.
En Hong Kong no hay piedad para el adulterio pero hay una drástica diferencia; a una mujer engañada se le permite matar a su marido siempre y cuando lo haga con sus propias manos. Si el engañado es el marido, entonces puede matar a su mujer de cualquier forma.

En Indonesia la masturbación está castigada con decapitación.
En el departamento boliviano de Santa Cruz no es lícito mantener relaciones con una mujer y su hija al mismo tiempo.

En Cali (Colombia), una mujer sólo puede tener sexo con su marido, y la primera vez, su madre tiene que estar presente.

En un país como los Estados Unidos es ilegal usar especies en peligro de extinción, salvo insectos, para espectáculos sexuales o exhibiciones inter-especies.
Parece ser que en el estado de Washington está prohibido que los hombres se acuesten con mujeres vírgenes. Así pues, salvo que allí también exista la profesión del desvirgador de Guam comentada anteriormente, no nos explicamos cómo perderán la virginidad las mujeres de esta región.
Si a alguna mujer se le ocurre acostarse con un hombre en una ambulancia en Tremonton (Utah) ha de saber que será acusada y su nombre será publicado en un periódico local. Al hombre no le pasará nada. No sabemos si la ambulancia puede estar parada o en movimiento.

Seguimos en Estados Unidos y vamos hasta Romboch (Virginia), donde parecen abogar por el ahorro de energía ya que es ilegal practicar sexo con la luz encendida.
Para el grueso de los mortales, en Nevada no es lícito practicar sexo sin condón. En cuanto a los miembros legislativos de este estado norteamericano (abogados, jueces y legisladores), son aún más restrictivos: ninguno de ellos podrá disfrazarse de pene durante una sesión legislativa.

Por último, para terminar con esta estrambotica recopilación, comentar que en los hoteles de Sioux Falls (Dakota), todas las habitaciones deben tener dos camas, separadas entre sí por lo menos 70 centimetros. Hasta aquí todo bien, pero la ley subraya que está prohibido mantener sexo en el espacio que hay entre los catres.
www.abc.es/

Portugal e as eleições no Brasil

Dilma é a mais simpática.
E autoritária. Por isso vai à frente

por Gonçalo Venâncio
30.08 2010
Dilma Rousseff é a mais que provável substituta de Lula no Palácio do Planalto. Conheça os candidatos

"Deus é brasileiro", afiançam os cariocas com o selo da britânica "The Economist" - a propósito das enormes reservas energéticas descobertas no país. Afastando as questões de fé, certo é que se já não há muitos países que se possam gabar de criar postos de trabalho no mais conturbado período económico dos últimos 80 anos, menos ainda são aqueles que criam empregos com tudo e mais alguma coisa, incluindo campanhas eleitorais.

Bem, o Brasil pode: 2010 é ano de presidenciais e municipais e, com a dinâmica política em modo "samba rápido", foram criados nada mais nada menos do que três milhões de postos de trabalho temporários. Quem o diz é o presidente da Associação Brasileira de Consultores Políticos que, na "Folha de São Paulo", fala do empurrãozinho que a política dá á economia.

É por estas e por outras que Dilma Rousseff, a candidata do Partido dos Trabalhadores (PT) e herdeira política de Lula da Silva, é tida pela grande maioria dos eleitores como a melhor candidata para comandar os destinos do Brasil nos próximos quatro anos; 42% dos inquiridos numa sondagem sobre a personalidade dos candidatos ontem divulgada pela "Datafolha" dizem que a petista é a "mais bem preparada", 37% dizem que é "a mais simpática" e, em percentagem idêntica, a "mais autoritária".

José Serra, do PSDB, o grande rival de Dilma na corrida ao Planalto, é visto como "o mais experiente" (51%) e o "mais inteligente" por 36% dos inquiridos. Números que fazem sobressair as diferenças de perfil entre duas das grandes figuras da política brasileira da última década.

Serra, cujo ar cavernoso lhe valeu a alcunha de "Vampiro Anémico" por um conhecido colunista brasileiro, foi construindo uma imagem de credibilidade como ministro da Saúde no governo de Fernando Henrique Cardoso e, mais tarde, como presidente da Câmara e governador de São Paulo. Académico e político de carreira, Serra, 68 anos, vê-se como candidato mais experiente.

Acusa o PT de ter uma visão estatizante para o país e dispara sobre a relação do PT com o regime iraniano. Evitando sempre os ataques directos ao anterior presidente, o "tucano" não é parco na crítica a Dilma ao afirmar que "não precisa de ficar na sombra de ninguém." A sombra é Lula da Silva, verdadeiramente omnipresente nesta campanha. Feitas as contas pelos especialistas, Lula ocupa 27% do tempo de antena de Dilma.

"O Brasil vai continuar a crescer, não tenho a menor dúvida. Penso que o país vai encontrar e aprimorar os seus instrumentos de crescimento qualquer que seja o candidato eleito", disse ontem o embaixador do Brasil em Portugal, Celso Vieira de Souza. Não surpreende, por isso, que seja Dilma a puxar a brasa do desenvolvimento à sua sardinha.

Este ano, a economia brasileira vai avançar 5,5% e, em 2011, o produto interno bruto deverá expandir-se 4,1%. País que empresta o "B" aos leões do crescimento económico, os BRIC, o Brasil de Lula da Silva tem um plano de investimentos de 85 mil milhões de euros em infra-estruturas ao longo da próxima década que, com a organização do Mundial de Futebol e dos Jogos Olímpicos, vão mudar a cara da nação. Lula atribui grande parte do sucesso do seu governo "à capacidade de coordenação" de Dilma, um sucesso também visível no plano social.

Planos de escolarização e erradicação da pobreza melhoraram significativamente o nível de vida dos brasileiros; 78% dos brasileiros consideram-no um "óptimo" ou "bom presidente" e os petistas choram pelo antigo metalúrgico: "Lula, você volta", gritaram num comício em Salvador onde também estava Dilma.

A pouco mais de um mês das eleições de 3 de Outubro, e embalada pela música sertaneja que acompanha a caravana presidencial, Dilma diz estar preparada para ser a primeira mulher a presidir aos destinos do Brasil. As sondagens dizem que pode consegui-lo, logo à primeira volta. O última estudo de opinião do Ibope para o "Estado de São Paulo" dá-lhe 24 pontos de vantagem para José Serra.
www.ionline.pt/

Diccionario Oxford sólo saldrá en internet

La obra de referencia de la lengua inglesa no se volverá a publicar en papel debido a un descenso en las ventas
30.08.2010

El argumento principal es la caída frenética de las ventas del diccionario en papel. Mientras que la edición online -de pago- cuenta con dos millones de suscriptores, que desembolsan al año 240 libras (unos 290 euros), de la edición impresa de 1989 (la más reciente que se encuentra en el mercado) sólo se han vendido unos 30.000 ejemplares en estas dos décadas. Los 20 volúmenes del Oxford cuestan unas 750 libras (900 euros).

«El mercado del diccionario impreso está simplemente desapareciendo», aseguró al Sunday Times el director ejecutivo de Oxford University Press, Nigel Portwood, quien aseguró que «no cree» que la tercera edición del diccionario, prevista para dentro de 10 años, salga en papel.

¿Y en España?
A diferencia del inglés, la próxima edición del diccionario de la Real Academia Española (RAE), prevista para 2013, coincidiendo con el tercer centenario de la institución, sí saldrá en papel. Según aseguraron a ABC fuentes de la RAE, la Academia tiene previsto que continúe la coexistencia entre la edición online, que es gratuita, y que acaba de actualizarse recientemente, y la edición en papel. No se contempla, pues, «ni a corto ni a largo plazo» que desaparezca el diccionario impreso, como en el caso inglés.
www.abc.es/

PERU

20 blogs peruanos

por Antonio Cambronero
30.08.2010


A principios de la década que termina existía mayor sintonía entre los bloguers residentes a ambos lados del charco. También es cierto que éramos menos, claro está.
Este último post del mes va dedicado a nuestros colegas de Perú. Allí se celebraba, el pasado 27 de Agosto, la quinta edición del Blogday Perú y la 3ra Edición del concurso 20 Blogs Peruanos.

Este certamen contó con una gran participación y les recomiendo que se den un paseo por la siguiente lista de ganadores porque pueden descubrir grandes trabajos.

1 Arte y Cultura - “Otras Tardes“
2 Blog Personal - “El disco duro de mi mente“
3 Blog Peruano en el Extranjero - “Su nombre en vano“
4 Blog de Provincias (Categoría excluye blogs de Lima y el Extranjero)
 - “Operación Fishland”
5 Blogstar (Abierto a cualquier participante) - “El pezweon“
6 Ciencias
 - “Tomás en línea“
7 Deportes - “Corazón para ganar“
8 Educación - “El Rincón de la Faceac“
9 Empresas - “Perú Gestión“
10 Entretenimiento - “Peru Fail“
11 Familia - “Lima para pequeños“
12 Gastronomía - “Perú mucho gusto“
13 Hobbies - “Anime paper toys“
14 Moda y Tendencias - “Monita de seda“
15 Música - “Conciertos Perú“
16 Noticias y Actualidad - “Actualidad Ambiental“
17 Sociedad
 - “Allillanchu“
18 Tecnología - “Arturo Goga“
19 Teen Blogger - “Zona Joven“
20 Video Blogger - “Alterno tv”
www.abc.es/blogs/

Teatro

Stanislavski ensina a viver

O Sistema Stanislavski consiste numa série de procedimentos técnicos para a interpretação do ator e da atriz, desenvolvidos na arte dramática pelo teatrólogo e ator russo, Constantin Stanislavski, no final do séc. XIX e começo do XX.

O método, ou sistema, é um dos principais estudos para a interpretação do ator.

Charlie Chaplin disse, sobre Stanislavsky:
- O livro de Stanislavski, "A preparação do ator", pode ajudar todas as pessoas, mesmo longe da arte dramática."

O sistema surgiu como resultado das dúvidas que o jovem Stanislavski tinha em relação ao trabalho apresentado por grandes atores do seu tempo, e a quem admirava, como Maria Yermolova e Tommaso Salvini. Esses atores pareciam operar num padrão distinto de todos os demais e, ainda assim, pareciam subordinados a momentos de inspiração quando atuavam, ao passo que em outras seus desempenhos pareciam apenas razoáveis ou meramente precisos.

Stanislavski considerava a atuação de Yermolova como o ápice da arte cênica. Então, passou sua vida a sistematizar um conjunto de regras, diretrizes e exercícios que pudessem dar a qualquer ator o "instrumento" com o qual pudesse atuar de forma melhor possível, além de conseguir o total controle físico sobre si mesmo.

O sistema versus o Método
Stanislavski e seu sistema são freqüentemente confundidos com o método de atuação proposto pelo Actors Studio de Nova York e com outras técnicas desenvolvidas a partir do sistema por atores nos Estados Unidos. O método, como é conhecido, foi desenvolvido nos palcos norte-americanos, principalmente em Nova York nas décadas de 30 e 40.

Os atores de teatro Elia Kazan, Robert Lewis, Lee Strasberg, primeiro no Group Theatre e depois no Actors Studio, desenvolveram uma forma particular do sistema a partir dos ensinamentos de Lee Strasberg no American Laboratory Theatre em 1920, focalizando principalmente nas necessidades psicológicas dos atores norte-americanos contemporâneos.

Aspectos dos estudos de Stanislavski sobre o realismo psicológico e a vivência de emoções autênticas em cena atraíram estes artistas. O método foi introduzido inicialmente em encenações da nova dramaturgia norte-americana da época: Clifford Odets, Arthur Miller e Tennessee Williams.

Enquanto o sistema de Stanislavski e o método de Strasberg tem semelhanças, eles diferem imensamente. O método emprega uma ênfase excessiva na memória emocional, reconstruindo a experiência pessoal dos atores para uso na representação.

Stanislavski, ao contrário, achou menos efetivo este acesso a emoção pessoal que outras técnicas desenvolvidas posteriormente. Stanislavski considerava a memória emotiva como uma técnica útil, mas a usava com cautela.

Elementos do sistema são constantemente confundidos também porque Stanislavski, durante sua vida, ensinou e reelaborou-o muitas vezes, considerando-o um acesso a inúmeras possibilidades de interpretação, podendo ser aplicado a diferente estilos da arte, dependendo dos problemas que podem surgir em diferentes peças de teatro.

Antes da atuação

Constantin Stanislavski chegou à conclusão de que o ator deve parecer o mais possível com a vida real. Quando papel e ator estão conectados, o papel ganha vida - e o que se faz necessário é constituir uma técnica capaz de possibilitar que isto sempre ocorra.

Para tanto, ensinava: “Esqueça de tudo, deixe fluir, mas lembrem-se: isto pode acontecer algumas vezes em sua carreira, ou mesmo nunca. O que existe é técnica. Todo o resto depende da forma (particular) com que você atua. Isso certamente depende de como o ator se aproxima do seu papel”.

Embora Stanislavski não tenha sido o primeiro em sistematizar a forma de atuação, foi sem dúvida o primeiro a relacionar à arte sua significação psicológica - na verdade começou a fazê-lo antes mesmo de a psicologia ser compreendida e formalizada como ciência.

Desde sua criação, seu sistema influenciou profundamente a arte teatral, e seu criador nunca abandonou a visão sobre o desempenho realístico junto ao amor pela arte.
O Sistema consiste num método complexo para produzir a atuação realística; a maioria dos bons atores atuais (quer do teatro, cinema ou televisão) devem a este aprendizado parte do sucesso que alcançam.

Usando o Sistema, uma ator é levado a proceder a uma profunda análise de si mesmo, bem como ao conhecimento do seu personagem. O ator é levado a descobrir os objetivos do personagem a cada cena, dentro do objetivo geral da peça inteira.

Uma forma de se conseguir isto era o "segredo" de Stanislavski. Exigia que os atores fizessem inúmeras perguntas sobre seu personagem. Por exemplo, uma das primeiras perguntas que o ator deve fazer, antes de atuar, é: O que eu faria, se estivesse na mesma situação que o meu personagem?

Progressão do Sistema Stanislavski
O Sistema Stanislavski muitas vezes, confunde-se com o Método de Atuação, em parte por conta de alguns discípulos, como Stella Adler que, depois de uma curta estadia com Stanislavski na Europa, levou esta experiência para Nova Iorque.

O fato é que Stanislavski defendia uma constante progressão de seus métodos, chegando mesmo a constar, no folclore que cerca sua figura, o caso em que, tendo uma actriz lhe perguntado sobre o que poderia fazer com as anotações que durante anos fizera de suas lições, respondera-lhe para as queimar todas.

Verdadeira ou não, essa história ilustra a intenção do mestre. O que ele realmente se dedicava era a criar um sistema verdadeiramente executável pelos atores, ou seja, algo que estes de fato pudessem usar. O incessante reaprendizado foi uma constante ao longo de sua vida.

O Método da Ação Física
Ensaiar é altamente físico e exigente, e este foi um ponto que Stanislavski manteve como basilar para o Método de Atuação Física. Com isso, tinha-se um meio para alcançar o objetivo maior da verdade emocional, o realismo psicológico, tendo o total controle sobre o físico e o resto, de forma a poder assim representar desde o Moderno aos Clássicos da Grécia Antiga.

Na maturidade, o mestre russo defendia a importância do Método da Ação Física. Para se compreender o método, tem-se primeiro de entender a ação física. Ela baseia-se numa premissa de que toda a emoção flui independente da vontade - a menos que o ator possa sobre ela exercer total controle, assim como tem sobre o corpo.

Dominando a ambos, a vontade passa a controlar emoções como os movimentos somáticos. Para tanto, são feitos exercícios em que a memória emocional é evocada, algo que Stanislavski desenvolveu como ferramenta de ensaio ou técnica de pesquisa. Ao final, há apenas o corpo, sob total controle.

A interação entre ator e diretor passa, portanto, pelo desenvolvimento da melhor forma de desempenho, que se procura obter durante os ensaios.

O Sistema Stanislavski - Resumo

Relaxamento
Quando Stanislavski observou os grandes atores e atrizes de seus dias, reparou como eram fluidos e naturais seus movimentos, parecidos com os da vida cotidiana. Eles pareciam estar num estado de completa liberdade e relaxamento, o que fazia o comportamento do personagem fluír sem esforço. Concluiu, então, que a tensão não desejada tem de ser eliminada, e todo o tempo o artista tem de estar relaxado física e vocalmente.

Concentração e observação
Stanislavski descobriu ainda que aqueles grandes artistas pareciam estar concentrados completamente num só objeto, pessoa ou evento enquanto em cena, no palco. Ele definiu esta extensão ou área de concentração como círculo de atenção.

Este círculo de atenção pode ser comparado a um círculo de luz num palco às escuras. O artista deve começar com a idéia de que este círculo é pequeno e apertado, contendo apenas a si próprio, ou talvez uma outra pessoa ou uma peça de mobília do cenário. Uma vez estabelecido o forte círculo de atenção, o artista então deve criar o grande círculo externo, que pode incluir todo o palco. Deste modo, o artista deixará de se preocupar com o público, chegando mesmo a perder a consciência de sua existência.

Importância das particularidades
Uma das técnicas de Stanislavski consistia em dar ênfase concreta aos detalhes. Dizia que um artista nunca deveria atuar de forma geral, como também nunca deveria tentar representar um sentimento como medo ou amor de modo vago, amorfo.

Na vida, disse Stanislavski, nós expressamos nossas emoções usando de particularidades: uma mulher ansiosa torce um lenço, um menino valente joga uma pedra numa lata de lixo, um homem de negócios nervoso agita as suas chaves. Artistas têm que encontrar atividades semelhantes.

O artista deve conceber a situação na qual está o seu personagem (aquilo que definiu como circunstâncias determinadas) para estabelecer as particularidades que usará. Em que tipo de espaço a cena está sendo representada: Formal, informal, público, doméstico? Qual o seu sentimento? Qual é a temperatura? A iluminação? O que ocorreu logo antes? O que deverá ocorrer? Novamente, essas perguntas devem ser respondidas em termos reais.

Verdade interior
Um inovador aspecto do trabalho de Stanislavski tem a ver com a "verdade interior", em como representar o mundo interior ou subjetivo do personagem – ou seja, seus pensamentos e emoções. As primeiras fases da pesquisa ocorreram quando ele também dirigia os principais dramas de Anton Chekhov.

Eram peças como “A gaivota” e “Cerejeiras em flor”, que têm menos ação com dinâmica externa ou momentos em que os personagens falam, ao passo em que são comuns os momentos em que os personagens estão pensando, refletindo e sentindo, sem verbalizar.

Evidentemente, esta aproximação de Stanislavski ao texto traria um resultado benéfico para a construção do personagem, no modo de representar a vida interior do personagem. Stanislavski teve várias idéias de como alcançar a sensação de "verdade interior". Uma delas foi a palavra mágica "se".

"Se" é uma palavra que pode transformar nossos pensamentos, permite que nos imaginemos virtualmente em qualquer situação: Se eu ficasse rico de repente..., Se eu estivesse tirando férias na ilha caribenha..., Se eu tivesse grande talento..., Se aquela pessoa que me insultou vem novamente perto de mim... .

A palavra "se" transforma-se numa poderosa alavanca para a mente, fazendo com que as pessoas nos vejam como que erguidas sobre nós mesmos, dando uma sensação de certeza absoluta sobre circunstâncias imaginárias.

Ação no palco
Um princípio importante do sistema de Stanislavski é que todas as ações no palco têm um propósito. Isto significa que a atenção do artista sempre deve ser enfocada em uma série de ações físicas ligadas sucessivamente pelas circunstâncias da cena.

Stanislavski determinou que a maneira de se criar este elo entre as diversas ações é a resposta às três perguntas essenciais: O que?, Por que? e Como?, como pode se observar nos exemplos a seguir:
O "o que" - Uma ação é executada, como por exemplo abrir uma carta
O "porquê" - A carta é aberta porque alguém disse que contém uma informação extremamente prejudicial ao personagem
O "como" - O personagem abre a carta ansiosamente, com medo, por causa do efeito calamitoso que seu conteúdo poderá provocar em seu personagem.

Estas ações físicas, que acontecem de momento a momento, são governadas por um objetivo maior que é aquele da própria peça. O que? Por que? Como? são um princípio importante do sistema de Stanislavski.

A linearidade de um papel
De acordo com Stanislavski, para desenvolver continuidade numa cena o ator deveria achar o super-objetivo do personagem: O que é, acima de tudo, que o personagem procura, deseja, durante o curso da peça? Qual é a força motriz do personagem? Se ele pode estabelecer uma meta para a qual seu personagem se dirige, que deve lutar para alcançar, esta será para o artista um objetivo geral, uma linha sobre a qual dirigirá seu personagem, tal como o esquiador que, para chegar ao topo da montanha, senta-se num teleférico. Uma outra forma de chamar-se esta linha é "espinha".

Para ajudar a desenvolver a linearidade do papel, Stanislavski sugeriu aos artistas que dividissem as cenas em unidades de linha, que às vezes denominou "batidas". Nessas unidades há um objetivo, sendo objetivos intermediários os que atravessam as cenas para finalmente chegar ao objetivo geral da peça.

Atuação em conjunto
Exceto nos espetáculos solo, com um só personagem, os artistas não atuam sozinhos, eles interagem com outras pessoas. Stanislavski estava atento para o fato de que muitos atores "param de atuar" ou então perdem a concentração, quando não são os personagens principais numa cena ou quando a fala pertence a outra pessoa.

Tais artistas fazem um grande esforço quando é a sua fala, mas não quando estão escutando. Esta tendência destrói a linearidade, fazendo com que o artista mova-se dentro e fora do papel. Isto debilita a ação do conjunto, pois a atuação em conjunto depende de todos os atores. Deve-se manter a concentração no personagem em todos os momentos, colaborando até gestualmente com o companheiro com o qual se contracena, de forma a jamais quebrar a unidade do conjunto.

A ação psicofísica
Stanislavski começou a desenvolver suas técnicas no começo do séc. XX e, no princípio, enfatizava os aspectos interiores para o treinamento do ator. Por exemplo, os vários modos de contato com o artista são inconscientes. Mas, por volta de 1917, ele começou a olhar cada vez mais para a ação propositada, onde a ação é intencional e não intuitiva, naquilo que denominou de ação psicofísica (uma ação tem seu propósito e ela é quem conduz ao sentimento).

Um de seus alunos notou a mudança e anotou numa de suas conferências: “Considerando que a ação tinha sido ensinada previamente como a expressão de um estado emocional previamente estabelecido, é agora a ação quem predomina e é a chave para determinar o psicológico”.

Em lugar de ver as emoções conduzindo a ação, Stanislavski passou a acreditar que era o contrário que ocorria: a ação propositadamente representada para chegar aos objetivos do personagem era o caminho mais direto para as emoções, conforme os exemplos abaixo:

1. Um personagem está sentado numa mesa de jantar. Repentinamente, levanta-se e joga um prato à parede, e esta ação provoca mais raiva no personagem - ele antes estava tentando ficar furioso. O personagem faz um movimento irado e lança mais um prato - sua raiva estará maior.
2. O personagem 'A' dá um abraço no personagem 'B'. O personagem 'A' então agora se sentirá mais íntimo do outro personagem, sensação que foi provocada pela ação abraço.
3. Se você já observou um jogador de futebol antes da partida vai compreender como a ação provoca a emoção: ele se agita, grita, faz exercícios como que preparando-se emocionalmente para o jogo. O atleta na verdade agiu antes para preparar a emoção, ou seja, ele demonstra um claro exemplo do significado da ação psicofísica.

Sumário
Constantin Siergueieivitch Alexeiev (1863 - 1938), mais conhecido por Constantin Stanislavski, foi um ator, diretor, pedagogo e escritor russo de grande destaque entre os séculos XIX e XX .
Desde pequeno Stanislavski tinha contato com todos os tipos de artes, pois nascera em família rica, sua primeira apresentação ocorreu quando ainda tinha sete anos em um teatro que seu pai mandara construir em sua casa.

Neste local, também conhecido como Círculo Alexeiev, aconteciam vários encontros com atores, diretores, músicos, artistas plásticos conhecidos.
Em 1888, aos 25 anos de idade, Stanislavski funda a Sociedade Literária de Moscou, na qual passa a estudar a arte teatral com grandes personalidades da época, como o diretor Fiédotov. Este empreendimento não teve muito sucesso, principalmente no aspecto financeiro o que levou Stanislavski a arcar sozinho com as despesas.

Após trocar correspondências com Vladímir Ivânovitch Niemiróvitch-Dântchenco (1858 – 1943), escritor e professor de arte dramática, iniciou um empreendimento que marcaria o teatro no séc. XX: o Teatro de Arte Acessível a Todos, que depois passaria a ser conhecido como o Teatro de Arte de Moscou. O objetivo da companhia era criar um projeto teatral no qual nascesse uma renovação cênica, mas que também abrangia compromissos étnicos, culturais e nacionais muito bem definidos.

Foi neste local que Stanislavski, durantes anos, teve a oportunidade de testar métodos e técnicas no trabalho de preparação do ator. Muito desses foram deixados de lado e outros aprofundados. Estes seus estudos geraram o conhecido "sistema" Stanislavski (como ele mesmo o chamava).

Ao todo, para explicar o “sistema”, Stanislavski nos deixou um total de quatro obras: Minha Vida na Arte, A preparação do Ator, A Construção da Personagem e A Criação de um Papel; os três últimos livros traduzidos por Pontes de Paula Lima, da versão feita pela norte-americana Hapgood, a qual traduziu e editou dos escritos em russo. Porém, estas nossas versões possuem omissões de palavras, frases, idéias e capítulos inteiros, que se originam de decisões de cortes da edição da tradutora norte-americana.

Influência e desenvolvimento do "sistema"
Stanislavski também influiu na ópera moderna, e impulsionou os trabalhos de escritores como Máximo Gorki e Anton Tchecov. Em 1905 funda o Teatro Estúdio (Moscou), que será dirigido por Meyerhold.

Seu sistema, também chamado de Método da Ação Física, teve diversos seguidores, nas várias fases em que foi desenvolvido. Um de seus alunos (Richard Boleslavski), fundou em 1925 o "Laboratório de Teatro", nos Estados Unidos. Esta iniciativa, baseada apenas na chamada "memória emotiva",

Legado e atores
O Actors Studio, de Nova Iorque, é uma das principais escolas que desenvolve uma particular forma de compreender o sistema que chamou de Método. Entre muitos atores de cinema que participaram desta escola temos: Jack Nicholson, Marilyn Monroe, James Dean, Marlon Brando, Montgomery Clift, Steve McQueen, Paul Newman, Warren Beatty, Geraldine Page, Dustin Hoffman, Robert De Niro, Al Pacino, Jane Fonda, Benicio Del Toro, Mark Ruffalo, Johnny Depp e Sean Penn.

Charlie Chaplin disse, sobre Stanislavsky:
O livro de Stanislavski, "A preparação do ator", pode ajudar todas as pessoas, mesmo longe da arte dramática."

Stanislavski lutou por facilitar o trabalho do ator. Mas, acima de tudo, declarou:
"Crie seu próprio método. Não seja dependente, um escravo. Faça somente algo que você possa construir. Mas observe a tradição da ruptura, eu imploro."

Bibliografia editada no Brasil
A Preparação do Ator. Tradução: Pontes de Paula Lima (da tradução norte-americana). Rio de Janeiro: Civilização Brasileira. 1964.
A Construção da Personagem. Tradução: Pontes de Paula Lima (da tradução norte-americana). Rio de Janeiro: Civilização Brasileira. 1970
A Criação de um Papel. Tradução: Pontes de Paula Lima (da tradução norte-americana). Rio de Janeiro: Civilização Brasileira. 1972
Minha Vida na Arte. Tradução de Paulo Bezerra (do original russo). Rio de Janeiro: Civilização Brasileira. 1989.

Pesquisa e texto final – Flavio Deckes, julho 2010


Mario Vargas Llosa tem novo livro

Mario Vargas Llosa ha dedicado tres años a reconstruir la vida de Roger Casement, pionero defensor de derechos humanos, que protagoniza
'El sueño del celta'

por Iker Seisdedos, Madrid
29.08,2010

Mario Vargas Llosa recoge en su nueva y estupenda novela aquella reflexión del escritor y político uruguayo José Enrique Rodó: "Un hombre es muchos hombres". No digamos ya en el caso de Roger Casement (1864-1916), personaje real inspirador de uno de los lanzamientos más esperados del otoño literario.

Diplomático reservado, sir y escritor, temprano relator de derechos humanos, héroe irlandés, traidor británico, torpe estratega militar, homosexual atormentado, reo ajusticiado... De la suma de todos los casement resulta una obra que Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) ha tardado "tres años" en culminar, desde aquel lejano y nebuloso "descubrimiento del personaje en una biografía de Joseph Conrad".

El tiempo se fue en documentar la peripecia de un cónsul británico que, despertado a los horrores del colonialismo de Leopoldo II, viajó por el Congo belga en 1910 para documentar la barbarie con descarnado realismo en el informe que le daría fama (y que ahora rescata Ediciones del Viento en “La tragedia del Congo”). No fue esa la única amarga denuncia de Casement. La situación de los indígenas al servicio del sistema de la extracción del caucho en la Amazonia mereció otro de sus relatos de estilo aterrador por su exacta sobriedad.

Entregado a la causa nacionalista irlandesa, viajó a Berlín para conspirar contra Reino Unido en plena I Guerra Mundial, participó en el alzamiento del Ulster de 1916 y acabó condenado a morir ahorcado tras tres meses en prisión y un juicio que conmovió a la sociedad británica por el aireamiento de unos diarios repletos de escabrosas aventuras homosexuales cuya autenticidad aún es objeto de debate.

"Es un personaje múltiple, con varias biografías que no encajan muy bien", explicaba recientemente Vargas Llosa en su casa de Madrid, donde se mostró tan brillante, preciso y generoso como la lectura de sus libros hacía presagiar. "Fue, sobre todo, uno de los primeros europeos que tienen una conciencia clara de lo que es el colonialismo".

Pregunta. Sorprende el nacionalismo fervoroso de su protagonista. Un atributo poco común en sus héroes...
Respuesta. Siempre he tenido terror de esa forma de fanatismo. El nacionalismo me parece la peor construcción del hombre. Y el caso más extremo de nacionalismo es el nacionalismo cultural. Aunque en ciertas circunstancias puede representar valores libertarios...

P. ¿Hay un buen nacionalismo?
R. En ciertos pueblos aplastados por colonizadores, que aspiran a liberarse del ocupante, el nacionalismo tiene un valor positivo. Pero lo peligroso es cuando se convierte en una ideología. El nacionalismo significa violencia, prejuicios, distorsión de valores. Casement vive la parte más idealista, que es la de la lucha contra el opresor.

P. El libro está repleto, desde su mismo título, de sueños y fantasías.
R. El sueño del celta es un poema que escribió Casement, que era muy mal poeta. A mí las fantasías me sirvieron para tapar los huecos de un personaje enigmático. Y luego están las fantasías políticas. Leopoldo II fue un gran fabricante de sueños; él consigue que le regalen el Congo porque monta una ficción, un mito sobre sí mismo, sus intenciones y sus designios. Por eso Casement se va al Congo, en pos de ese sueño.

P. Y se topa con el horror más absoluto y conradiano, el horror del coronel Kurtz...
R. Es un libro también sobre cómo ciertas circunstancias deshumanizan a los hombres hasta hacerlos monstruos. Eso también lo vivió en el Perú, con el sistema de extracción del caucho. Se cometían las mayores atrocidades desde la impunidad más absoluta. Es como una especie de inmersión en el mal. Casement vive eso y mantiene una distancia, lo escribe, lo documenta y no se vuelve loco.

P. ¿La barbarie de África, que se suele despachar como un continente sin remedio, es heredada?
R. Por supuesto. No hay barbarie comparada a la del colonialismo. Y además deja unas secuelas de las que África nunca se ha podido recuperar. No dejó nada positivo. En otras partes se puede decir que algo quedó...

P. ¿Como en América?
R. Allá se trasladó una parte de Europa que echó raíces. Se recreó una nueva versión de Occidente. Pero en África fue el saqueo por el saqueo. Como eran culturas muy primitivas fueron arrolladas sin ninguna oposición. Fíjese, tanto tiempo después no hay manera de que el Congo se ponga en pie. Leopoldo II ha sido la gran maldición del Congo.

P. Sin olvidar al bestial dictador que fue Mobutu...
R. Les ha tocado lo peor. Tal para cual. Los horrores que hicieron ambos...

P. ¿Diría que la figura de Leopoldo II ha quedado fijada en la historia en su justa envergadura genocida?
R. En Bélgica, no. Sigue teniendo un museo maravilloso, que es una especie de pequeño Versalles. No sabemos cuántas, pero se calcula que murieron 10 millones de personas en su época. Casi como dos veces el Holocausto judío. Es, de hecho, el primer gran Holocausto moderno. Ahí siguen todavía, entre matándose, con ejércitos extranjeros interviniendo en el Congo.

P. ¿Cree, como Robert Kaplan, que hay países incapaces de construir una democracia?
R. En lo inmediato no creo que haya ninguna posibilidad para el Congo. Es el país que peor lo ha pasado en el África y probablemente en el mundo. Hay una fuerza de las Naciones Unidas a la que han dado unas instrucciones completamente disparatadas, yo lo pude comprobar cuando viajé con Médicos Sin Fronteras para escribir un reportaje en El País Semanal. Solo actúan para que se apliquen los acuerdos de paz, pero les prohíben que intervengan en los asuntos internos.

P. Los periódicos informan regularmente de episodios pavorosos como las recientes violaciones en masa acaecidas en Congo ante la pasividad de la ONU.
R. Cuando viajé, un médico me habló de que el gran problema eran las violaciones. Todos violan porque la violación se ha convertido en un arma política, militar. Haces daño al enemigo violando a sus mujeres. Es el objeto más vulnerable, codiciado que hay. Y me impresionó muchísimo. Me contó varios casos espantosos y se echó a llorar. ¡Qué extremos de barbarie! Todo esto lo vio Casement de una manera muy premonitoria. Sus informes son de una enorme riqueza etnológica, antropológica y desde luego política. Luego es muy interesante la evolución del personaje, cómo siendo un anglófilo imperialista y anglicano se hace independentista irlandés y católico. Vive una contradicción permanente siendo diplomático británico se instala en la duplicidad que en realidad es una triplicidad, si se añade el asunto de su homosexualidad. Depende del ángulo desde el que lo mires cambia completamente de sentido, de valencia moral, política.

P. El lector que desconozca el personaje histórico, quedará fascinado con otra dimensión, la novelesca...
R. Siempre va a quedar alrededor de él una gran incertidumbre. ¿Qué cosas son ciertas de las que se le han atribuido? Sobre todo lo relativo a sus escandalosos diarios, está hundido en los fondos de la inteligencia británica. Y en Irlanda, por una parte es considerado un héroe, pero por otra hay una incomodidad absoluta. Nadie lo reivindica abiertamente porque provoca mucho malestar, porque es un país católico, moralista, tradicionalista. Hablas con los independentistas, reconocen que es un héroe y niegan de entrada todo lo que se le ha atribuido.

P. ¿Cree que sus diarios fueron falseados?
R. Es una polémica que siempre está muy viva. Quedan historiadores que sostienen que los diarios son falsificados. Mi impresión tiende a aceptar que si no totalmente, en gran parte son auténticos. Es una cosa de novelista, no de historiador. No había materialmente tiempo para que se hiciera una falsificación ajustada a los pormenores de la vida de Casement. Pasaron tres meses entre que lo apresaron y su ejecución. Por otra parte, las barbaridades que él cuenta, sobre todo las sexuales, es casi imposible que las cometiera sin que lo supieran los de alrededor, sin que fuera la comidilla de la comunidad de colonos. Y luego están las proezas sexuales, técnicamente imposibles...

P. De la novela se deduce que era su forma cobarde y tímida de vivir cosas que no le estaban deparadas.
R. Creo que así fue. Lo más probable es que llevase su homosexualidad de una manera muy reprimida, tomando inmensas precauciones. No solamente la moral, la legalidad victoriana era feroz. Uno podía acabar en la cárcel. Quizá su desfogue eran sus diarios.

P. La historia de Casement nos enseña que, por mucho positivo que uno haga, su imagen pública valdrá lo que sus últimos actos. ¿Llegó a sucederle a usted con su incursión en la política a principios de los noventa?
R. Si tuviera que hacerlo de nuevo no la haría. No lo lamento, ya lo viví. Aprendí cosas... Más negativas que positivas. Pero me sirvió. Normalmente, un intelectual ve de la política lo mejor. No ve la cosa menuda, pequeña, mezquina... todo lo que se relaciona con el poder es muy degradante. Si no quieres que la política sea peor de lo que es, tienes que actuar. Y eso implica, como decía Max Weber, vender el alma al diablo. La política no es para los puros. Es humana en el sentido más terrible de la palabra.

P. El sueño del celta guarda cierta similitud con La fiesta del chivo, parte de la historia como pretexto de ficción...
R. No he hecho nunca novela histórica. No es lo mío ofrecer una versión más o menos animada de los hechos. La historia ha sido para mí siempre una materia prima, para fantasear, para intentar a partir de ahí contar una ficción.

P. Sostiene la periodista cultural Janet Malcolm que toda biografía es un acto de traición...
R. Es un acto frustrante. Sartre dedicó muchos años a escribir sobre Flaubert. En El idiota de la familia trataba de averiguar valiéndose de todos los adelantos intelectuales de nuestra época qué se puede saber hoy sobre un hombre. Escribió tres enormes volúmenes, inmensos, que te tomaba meses leer, al final no había llegado siquiera a Madame Bovary.

P. ¿Hemos de advertir un cierto agotamiento de la vida, de su día a día, como fuente de inspiración en su obra reciente?
R. Una historia que pasa en la literatura no es una historia anterior a la literatura. Es una historia que se vuelve literatura, porque las historias que pasan en la vida suceden no con palabras, sino con hechos. Al volverse literatura, se convierten en otra cosa. Se convierten en una cosa que vale por el vocabulario, la simbología, el estilo, la estructura. La literatura se puede apropiar de todo. Lo que resulta es literatura, no es sociología, historia o política aunque de todo haya en una novela. Lo maravilloso del género novelesco es que es un género caníbal que se apropia de todo y le da otra dimensión.

P. ¿Aún se considera periodista?
R. Escribo en periódicos. Y a veces aún hago periodismo de calle. Fue además una fuente maravillosa de temas, de personajes. No sé qué porcentaje, casi la mitad de las cosas que he escrito provienen de mis tiempos de periodista.

P. ¿En qué trabaja ahora?
R. En un pequeño ensayo, La civilización del espectáculo. Cómo la cultura contemporánea prima el espectáculo. Lo que no pasa por el espectáculo no es cultura.

P. ¿Hay vuelta atrás para eso?
R. No creo que se pueda recuperar. El espectáculo se ha convertido en el valor de nuestra época. Ya no hay valores, nadie sabe qué cosa es buena, qué cosa es mala, qué cosa es bella, qué cosa es fea. Vivimos en una de las épocas más confusas de la historia.

P. Ensayos, obras de teatro, columnas de opinión... ¿No teme que la superproducción le impida estar a su propia altura?
R. Siempre hay miedo a perder el pie. Hay que tratar de mantenerse lúcido, no volverse una ruina humana. Uno hace lo que puede... Lo que no creo que deba pensar un escritor es en retirarse. Si el tiempo te retira, la enfermedad te retira, claro, pero si tienes ilusiones hay que seguir trabajando.

P. Edward Said hablaba del interés de cierto estilo tardío...
R. Sí, claro, pero siempre me ha angustiado mucho la idea de esos escritores que pierden el fuego, se callan. Me sentiría muy desgraciado si no pudiera trabajar. Con el tiempo se pierden capacidades, me temo que sí, pero hay que mantener la lucidez y el espíritu crítico. Perder el espíritu es una enfermedad en la que caen muchos escritores. Es como volverse una estatua en vida.

P. ¿Y el Nobel de Literatura?
R. Pensar en ello es malo para el estilo, tardío o no.

Literatura electrónica pasajera
El sueño del celta es la primera novela de Mario Vargas Llosa de la nueva era... del libro electrónico. ¿Se ha atrevido el autor de Conversación en la catedral con el formato digital?

"No lo he hecho. Lo he visto, sí, lo he sopesado, pero todavía no me animo, no. La lectura todavía sigue siendo mi gran placer, claro, aunque en soporte tradicional. No hay que rechazarlo de entrada. Los defensores del libro electrónico aseguran que solo es un soporte. Así como el papel es un soporte. Sin embargo, cuando yo veo lo que ha pasado con la televisión, veo que no es así, que la pantalla ejerce una influencia sobre la creación. Tiende a introducir una facilidad, a destacar por encima de todo el entretenimiento rápido, que es lo que ha pasado con la tele. Hay cosas fabulosas en ese medio, pero predomina la cosa leve, ligera, pasajera. Mucho me temo que la literatura en pantalla se convierta en eso".

¿Y qué lee Vargas Llosa?
"Leo por trabajo o por placer, y cuando leo por placer releo autores clásicos. Me da un poco de vértigo el torbellino de las novedades. Es absolutamente imposible estar al día de todos los autores jóvenes. Con todo, nada me produce tanto placer como encontrar el libro adecuado.
¿Mis últimos descubrimientos? Me fascinó El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince. Muy certero. Qué bonito libro. ¡Qué fina manera de rendir un homenaje a su padre y al mismo tiempo trazar un relato de toda una época! Y recientemente descubrí a Irene Némirovsky. Es una maravilla, te impresiona cómo viviendo unas circunstancias absolutamente terribles, una judía francesa en la II Guerra Mundial, pudo escribir Suite francesa, un libro tan controlado. Tan frío, mostrado con serenidad".
www.elpais.com/
LIVRO
O escritor que toda a América quer ler

por Michiko Kakutani, The New York Times
26.08.2010

O electrizante novo romance de Jonathan Franzen, "Freedom", evidencia o seu impressionante manancial de ferramentas literárias - toda a destreza para contar histórias, além de imensas tramas - e a sua capacidade para abrir uma grande e updikiana imagem da vida da classe média norte-americana.

Enquanto o primeiro romance de Franzen, "The Twenty-Seventh City", se inspirava em nomes como Thomas Pynchon e Don DeLillo para criar uma imagem negra e espalhafatosa de St. Louis, "Correcções" assinalava a sua determinação em invocar a América contemporânea - não alinhando num épico cartoonesco, mas desconstruindo a história de uma família, para nos dar um retrato global do país.

Nas primeiras páginas de "Freedom", somos apresentados aos membros da família Berglund como se estes fossem um sortido de caricaturas desagradáveis, que perturbam e espantam os seus vizinhos em St. Paul. Conhecido pela sua "delicadeza", Walter Berglund é um marido e pai fraco, passivo-agressivo, que estranhamente vende os seus ideais ecologistas para trabalhar numa diabólica empresa de carvão.

A sua mulher, Patty, parece delicada mas revela-se uma víbora com mau feitio, que se enfurece com Walter e corta inexplicavelmente os pneus de neve novos a um vizinho. O filho adolescente, Joey, é tão infeliz no lar que sai de casa e vai viver com a família da namorada que mora na porta ao lado. Estes sketches grotescos servem apenas para mostrar como é que os Berglund podiam ser vistos por desconhecidos.

Desde o início da sua carreira com "The Twenty-Seventh City" que Franzen tem sido ambicioso, aspirando a escrever um grande romance que possa captar um desígnio nacional, e este livro não é excepção. O título, "Freedom" [Liberdade], anuncia um tema que corre como uma corrente forte na narrativa - muitas conversas sobre o que significa a liberdade em termos de se ser livre de responsabilidades familiares e crenças ideológicas.

Mas não é isso nem o argumento com o twist à Dickens que empresta a este romance a sua importância narrativa e agarra o leitor: são as personagens de Franzen e a sua capacidade à David Foster Wallace de capturar os absurdos da vida contemporânea - onde o planeta está a "aquecer como uma torradeira" e as pessoas utilizam o cartão de crédito para comprar um pacote de pastilhas ou um simples cachorro-quente.

Ao escrever numa prosa que é ao mesmo tempo visceral e lapidar, Franzen mostra-nos como é que as suas personagens se esforçam por navegar num mundo de parafernália tecnológica e costumes sempre em mudança, como lutam para equilibrar a equação entre as suas expectativas de vida e a aborrecida realidade, os seus ideais políticos e a mercenárias necessidades pessoais.

No passado, Franzen tendia a impor uma visão do mundo aparentemente cínica e mecânica às suas personagens, ameaçando torná-las em peões autorais sujeitos aos simples imperativos Freudianos-Darwinianos.

Desta vez, ao criar indivíduos conflituosos e contestatários capazes de escolherem os seus próprios destinos, Franzen escreveu o seu romance mais profundo até à data - um romance que acaba por ser uma convincente biografia de uma família disfuncional e um retrato indelével dos nossos tempos.
Para ler "Freedom", terá que encomendar na internet. Na Amazon está à venda 12€
www.ionline.pt/
A retro revolution

Why do we love all things vintage?

by John Walsh
28.08.2010

In a mocked-up Main Street in the middle of a field in Sussex, several strikingly well-dressed women are queueing impatiently for admission to the catwalk show in the Fashion Pavilion. Some are clad in the khaki uniform of the First Aid Nursing Yeomanry (the famous Fanys), some are in land-girl slacks with their hair knotted inside red bandannas. Others are squeezed into tight rayon skirts that accentuate their Monroe hips, or floral cotton blouses with embroidered trim that their grandmothers might have considered a little fussy back in 1948.

Run your eye along the line of beauties, and you notice not everyone has gone for a Forties theme. Mad Men-style floral frocks with belted waists from the late 1950s are popular. Hobble skirts and polka-dots are everywhere, as are white gloves and teeny hats, like sequinned skull-caps clamped to the side of marcelled heads. Sixties-chick paisley mini-dresses compete with white PVC coats and Courrèges boots for the title of Most Authentic King's Road Look Circa 1966. There are even some boob tubes and fluorescent leggings from the 1980s, worn by skinny teenagers – to whom, of course, they represent the quaintly old-fashioned style of their parents' generation.

Not everyone is waiting for the catwalk show in this huge field in the grounds of Goodwood House. On the main stage, 500 yards away, the retro-rocker Alvin Stardust is knocking the crowd dead with "My Coo Ca Choo", unheard on the airwaves since 1973. A DJ called Simon the Preacher is manning the ones and twos in the Let It Rock tent, while a sextet of white, urban, soul-jazz-funk exponents called The Filthy Six are conjuring the old 1960s Blue Note sound on the Soul Stage. Devotees of British cinema are catered for with a 2pm screening of the Ealing Studios classic, The Lavender Hill Mob and, in the Tanqueray Torch Club, chaps in ginger moustaches and their petticoated lady friends are jiving to the boogie from the delectable Laura B and the Moonlighters.

Welcome to the world of Vintage, the style revolution that's been sweeping the nation for a few years – a counterblast to the domination of designer labels and high street convention – and, more specifically, welcome to Vintage at Goodwood, the inaugural music-and-clothes festival on the Duke of Richmond's estate near Chichester, West Sussex, managed by his son Charles, Earl of March. It's a massive enterprise, spread over three days and involving music events, fashion shows, art installations, classic English movies, vintage cars, a fun fair, a circus and an astonishing number of visitors unselfconsciously dressed in crêpe frocks and plus-fours.

Goodwood has been a name in the festival diary for some years for its annual Festival of Speed (racing cars) and its Goodwood Revival (vintage cars, 1940s-60s). This is the first time it has embraced rock'n'frocks. "When we started the Revival," says Charles March, "what amazed me was how directly people became involved with it. We wanted to see if we could use it in a different way, to create something a bit edgier, more arty and cultural, to bring music and fashion together. For me, one of the most exciting things is that the people become the show."

He formed a partnership with Wayne Hemingway, the designer behind the Red or Dead label, who, with his wife, Gerardine, masterminded the look of the festival. "There are lots of vintage weekender festivals," explains Hemingway, "which celebrate a single niche – rockabilly, say – and they're usually held in grim seaside resorts. This festival brings everything together. We wanted to celebrate the gamut of British creativity – music, fashion, art and design, film, food – and give people a chance to dress up and be glamorous. The coverage has been fantastic. El Pais [the Spanish newspaper] said we had built 'a city in a field'. Not quite, but we've done a lot more than put some burger vans in a muddy meadow."

Indeed. The festival's centrepiece is the Main Street, down which punters stroll, gazing at the two-storey façades on either side. There's a miniature Fortnum & Mason, a bonsai Veuve Clicquot, a mignon Bonhams auction house (where pop-culture memorabilia is going under the hammer, along with some jewels once owned by Jacqueline Onassis). Mocked-up bars feature trompe l'oeil pictures of knitting-pattern models posing in the windows. An early portrait of the Rolling Stones in about 1962, looking pleased as Punch in their sensible new grey suits with fur collars, dominates the skyline.

The Main Street idea came from Hemingway's son, Jack. All his family seem to have been involved. Jack's mother masterminded the festival design, while other Hemingway siblings contributed their two penn'orth. Tilly Hemingway, a vision in a cappuccino-and-cream shirt and banana-hued beret, designed the frontage of the VIP Lounge in three days with the help of a computer.

"We came up with the idea of a vintage festival three years ago," says Hemingway. "I knew Charles March because of the Revival and I always loved Goodwood's attention to detail. Charles knows all about houses and cars of course, but he's a very cool guy and he's really into music." They went into a 50-50 partnership: la famille Hemingway to look after the content, and Goodwood to handle all the logistical delivery. "I couldn't do what he does. A team of designers couldn't have done all this" – he waves a hand at the pullulating thoroughfare crammed with walkers in ancient silk frocks and an artfully decorated Routemaster bus apparently owned by Sir Peter Blake. Both men seem to have a hand in choosing the music, which includes a reunion of The Faces, with Mick Hucknall standing in for Rod Stewart on vocals, and Kid Creole and the Coconuts.

Outside the Demon Drome – an authentic 1920s fairground Wall of Death complete with grizzled leather-clad riders who can roar horizontally around the circular wall side-saddle, doing 60mph with their T-shirts over their heads – a chap is showing off his penny-farthing bicycle to some children. The catchment area of "vintage", it seems, extends back well before the last war. To many sceptics, all it means is a generation of people who haunt charity shops because they can't afford the prices in Topshop. To others, it's a return to a well-integrated look of sophistication, from

"How do you define a vintage look?" asks Charles March, who is resplendent in a 1972 fawn velvet suit from Huntsman in Savile Row. (It did not come from an Oxfam shop. He owned it back in 1972.) "It's got to look as if they're your own clothes and you're comfortable in them, rather than look as if you're dressing up." Wayne Hemingway is more severe. "Some people come dressed as hippies," he snorts. "Or appear in a stupid Elvis wig. I mean, they stand out a mile. That's not vintage, it's just fancy dress. They just don't get it, do they?"

In the cars encampment, where a magnificent 1950s Cadillac Coupe de Ville basks in the sunshine, I meet a virginally pale young woman in a 1950s red polka-dotted swing dress with a black gardenia in her hair. She is Hannah McCarthy, a purchasing manager for a boiler-making company in Poole, Dorset. So does she often dress up in the style of a more innocent era?

"All the time," she says shortly, batting her massive, false eyelashes. "I'm a burlesque performer."
Ahem. You mean you...
"And a striptease artist. And a pin-up model. Here's my card." I note from the card that, when not supervising the purchase of boilers, she goes by the name of Miss Fan-Teasy and gets her kit off regularly in Bournemouth.

"I love vintage festivals. I love the way everyone dresses up," says the mistress of un-dressing. Through her I'm introduced to Mr Tony Nylons (possibly not his real name), who is the publisher of a magazine called Glimpse that's filled with young gels revealing their petticoats, adjusting their stockings and looking faintly minxy in black corselettes. Miss Fan-Teasy features in its pages, starting off in motor-mechanic overalls, which she soon sheds in search of something cooler.

You soon discover that burlesque – mild, peek-a-boo soft porn with ladies in ostrich feathers and outsize foundation garments – plays a major part in the vintage world. It's as if the female aficionados, having adopted the sculpted hair, the cherry lips and make-up, the classic frock, the stockings and stilettos, will naturally wish to show off their undergarments to the outside world (or, at least, to an audience of pipe-sucking squadron leaders).

The gentleman's version of the be-stockinged lovely is the plausible spiv. The festival is populated with fine examples, none more charming than Viv the Spiv, who hangs around the Tanqueray Torch Club. He wears a double-breasted zoot suit with a handkerchief poking from the breast pocket. A purloined HG (Home Guard) badge, co-respondent shoes and a tie featuring a lady of loose morals, all indicate that Viv may be an absolute bounder. He's certainly a comedian. "See this tie? They don't make 'em any longer. Well, if they made 'em longer, they'd come down to 'ere, wouldn't they? The other day, some bloke offered me 200 nicker for this tie. Speaking of knickers, I got some out in the car. Lovely they are, made from German parachute silk. I call 'em Messerschmitt knickers, 'cos they go down without a fight. 'Ere..."

It's a slight let-down to discover that, in Civvie Street, Viv is a plasterer whose real name is Iain Dawson. But you soon discover that a fair percentage of the best-dressed vintageurs are part of the business: married to one of The Swing Commanders café orchestra, say, or members of The Royal Harmonics, a group of middle-aged a cappella performers who sing Queen's "Don't Stop Me Now" with expression in the middle of Main Street.

Here are some real people, however, in the Tanqueray Torch club, where the John Miller Orchestra is playing graceful swing: meet Chris and Tracy from Canterbury. He is stern-looking in a blue USAF pilot's uniform; she is resplendent in a fur stole over a tight black frock. A lot of thought has gone into their look, which is of a shameless British housewife, out on the razzle with her Yank boyfriend while her husband's away fighting overseas.

"We love all the dressing-up," says Tracy. "I get my clothes from My Old Dutch in Margate." She and Chris travel the country in search of a decent hangar dance. "The next is Twinwood," she says, eyes shining. She means the Twinwood Festival of Swing, Jazz, Jive and Rock & Roll, incorporating the Glenn Miller Festival in Bedfordshire, although there are plenty more at which to perfect your lindy hop before the end of the year.

Clouds are threatening at 4pm. There's an uncertainty in the air, about whether to stand in the rain to watch Roy Wood (songwriter with The Move and Wizzard, the man behind "I Wish It Could Be Christmas Every Day") on the main rock stage, or queue for the shelter of the tea-dance indoors. Among the ladies making up their minds are a striking pair, Harriet and Jenni. The former is a fatale blonde in a blue satin dress and a fur stole, the latter a Polish-Japanese gamine in a magenta frock and black gloves. Both in their twenties, they are serious women with a well-developed sense of frivolity. Jenni, from San Diego, recently moved to London, "and I've a whole wardrobe of vintage frocks, so this is heaven for me". Harriet lectures in human rights law at Brunel University, and habitually arrives at the lectern wearing vintage threads: "My students love it," she coos.

By Sunday afternoon, things have become slightly unhinged. At the extremely silly Chap Olympiad, organised by the stolid burghers of The Chap magazine, gentlemen in George V beards and ladies in Duchess of Windsor sunglasses compete to see how far they can throw a plate of cucumber sandwiches. The

magazine's resident whiskers expert, Michael "Atters" Attree, presides over a Chaps vs Chapettes tug-of-hair. "Could some fellows drop out voluntarily to make it easier on the gels?" asks the umpire. This retro-Edwardianism is not strictly vintage, of course, this is more about dressing up as a John Buchan hero (eg, Richard Hannay in The 39 Steps) and mucking about in a pipe and side-whiskers. But one hardly feels like complaining – especially not during the Three-Legged Trouser Limbo Dance.

Around the field, representatives of The 1940s Society loll about in uniform, like a squadron waiting to scramble. In the Car section, a septet of bathing beauties inspects the Vespas and Lambrettas with their extravagance of headlights. Beside the funfair, young girls in Pink Ladies sweaters (from Grease) queue for Pimm's at the window of a London bus while, inside the Dodgem rink, the roller-disco fans progress round and around, their faces set in a mask of imperturbability.

Was it all about becoming drenched in nostalgia for a weekend? "Vintage is about looking forward through the window of the past," says Charles March. "It's like when you look through a photo album of your parents, and see your mother with a beehive and become inspired by that. You might listen to Goldfrapp and hear how she's inspired by Donna Summer. You can do the same with fashion. Did you see the queues for the Future Vintage show? You can look at future fashion and see how it was inspired by Ossie Clark or Zandra Rhodes."

But wasn't it extraordinary, to think how many British girls have been inspired by Oxfam shops? "The British have always been brilliant at recycling," says Wayne Hemingway. "You won't find Italian or French girls doing that. Or should it be 'upcycling'? Young girls taking an old piece of cloth and doing something creative with it. It's not about hugging the past – it's about mixing old and new. You see that dress over there? With the bag and shoes? They'll look good in 100 years' time. That's the whole point."
http://www.independent.co.uk/
Images from China

Seeing red: Unseen images from China's lost decade

The scale of the human tragedy of China's Cultural Revolution is immeasurable. But these extraordinary photographs depict a decade unparalleled in terms of art and imagery

by Rob Sharp
28.08.2010

There are many monikers attached to Mao Zedong. Mao the supreme leader; Mao the chairman; Mao the messiah; Mao the manipulator; Mao the one-time acceptable face of communist tyranny. By contrast, his balding
pate was rendered in propaganda images with little variation. In badges, posters, paintings, wood carvings: the same half-smile, the sagging throat, the splash of red.

Unlike the Great Wall of China, Mao's chief legacy does not curve over hillsides or tower into the sky. The fear in people's eyes, the manipulation of history, ancient philosophy making way for political posturing – these things are not measurable. Estimates of deaths under his rule vary widely but even the most conservative soar into the tens of millions. And for his 10-year curtain call prior to his 1976 demise, Mao set about reorganising Chinese culture, annihilating, then re-building, a state from scratch. This "Cultural Revolution" saw public properties and cultural relics razed; religious architecture, frescoes, books and statues scorched; intellectuals and "counter-revolutionary" bourgeoisie persecuted. Meanwhile, Mao's all-seeing eye looked down, as reproduced in millions of posters and billions of pin badges. While condemning capitalism with one hand and embracing its mass reproduction techniques with the other, the Chairman made sure no home, school or workplace was free from his perennial gaze.
The face of Chinese communism may have changed, but Mao's features have become an unshakable part of the cultural landscape. From Andy Warhol's 1972 silk-screen portrait of Mao to the thousands of pieces of Cultural Revolution memorabilia now trading hands on the internet, the demagogue eventually won a place in the West's art history textbooks. Much of this arrived in this one historical period. A forthcoming publication, by the Birmingham-based academic Jiang Jiehong, called Red: China's Cultural Revolution, features previously-unseen reportage and hyper-real political pictures from the time. Such photographs, often
taken in extremely trying circumstances, go some way to explain how the Cultural Revolution came to pass, and how its chief perpetrator cast such a long shadow over so many for so long.

"You look at a picture of Britain 30 years ago, and relatively speaking, it's not that different," says Jiehong. "But photographs taken during the Cultural Revolution seem like they're taken in a completely different world. That revolution proceeded like a tidal wave. You couldn't get away from its effects even if you tried. Whether you thought its repercussions were good or bad: this was not as important to me as how it was portrayed through the widespread employment of visuals and colour."

And what visuals. Black-and-white shots of teenage students holding Mao's writings aloft; Tibetan children shuffling through the pages of the chairman's Little Red Book of quotations; photographs of Party members smashing a Catholic church or pulling down a temple dedicated to Confucius; state-sanctioned plays and demonstrations. Then, the many portraits of Mao, often afloat on background seas of red. Whether walking to galvanise workforces, or addressing thousands at Tiananmen Square, his veneration is rendered absolute. People wore a total of two billion pin badges in 10,000 different designs to exhibit their allegiance (the bigger, the better). Children traded them as a kind of currency.

"China was, and still is, a society with hundreds of thousands of poor people," says Jiehong. "Less educated people find it easier to read images rather than textual materials. While intellectuals may appreciate the calligraphy for which Mao was initially known, most would prefer to deal in pictures." According to Jiehong, Mao was the first Chinese leader to use his portrait as a wholesale means of control; traditional Chinese culture previously frowned upon the practice.

The Cultural Revolution followed Mao's "Great Leap Forward", between 1958 and 1961, an attempt to catalyse industrial output through forced labour. Despite killing an estimated 20 million people, the Chairman still felt his society's socialist ideals were
lacking. In May 1966, a Chinese Communist Party (CCP) official
in Beijing University's philosophy department criticised the "
bureaucratic, counter-revolutionary" nature of the university's
administration. The message spread. Soon, senior Party members were designating squads of students as "Red Guards", "the front line of the new revolutionary upheaval". Everyone became a target. According to the official history of the period assembled by Stanford University's Freeman Spogli Institute for International Studies: "To the youth of the day, the Cultural Revolution represented a release from all their shackles, frustrations, and feelings of powerlessness."

Jiehong argues that the widespread use of red had less to do with socialist precedents in Europe and Russia than Chinese culture's status quo. Around 25,000 years ago, palaeolithic Chinese man rouged up animal teeth, bones and shells to make them more visually appealing.

"Red was not something imported from the West," argues the author. "It was a spiritual, long-standing element within our society. I'd call its employment by Russian communists and French revolutionaries a coincidence. Traditional marriages used a lot of red. When I passed my exams at university I was given a red certificate. In effect, Mao manipulated the colour's existing use to make it embody a sense of revolution."

Memories are tinted by people's age at the time. Jiehong, born in Shanghai in 1971, was just five when Mao died. He remembers growing up around grey. "Like other people on the streets, my mother always wore a faded grey coat," he writes. "I could always see the tiredness, even in their smiles, like the signs of a low mood after excessive excitement." At school he recalls drawing a shining red sun, Mao's symbol, and praying his work would appear on a red board (the equivalent of winning a gold star). He speaks of Mao's almost "divine image", how it was impossible to avoid his gaze, how children could never imagine him indulging in life's day-to-day demands and responsibilities.

"Many of the older people I've met recall the time as a period when they were personally humiliated and beaten and even worse," he continues. "But for the younger people, it often had a carnival-like atmosphere. You don't have to go to school, you don't have to finish your homework. You get to go to parades."

When Mao died on 9 September 1976, Hua Gofeng, the CCP's second-in-command, arrested the four remaining Cultural Revolution leaders, the so-called "Gang of Four" – Mao's last wife, Jiang Qing, and her close associates, Zhang Chunqiao, Yao Wenyuan and Wang Hongwen. Their incarceration on 6 October marked the Revolution's official end; they became convenient scapegoats for the period's worst excesses. Those extremes can be seen today; or rather they can't be seen. They persist in the absence of memories and the people who didn't survive.

"It's such a shame that to go to Beijing these days is not to see an ancient city, but something dynamic and changing with no reference to the past," concludes the author. "Now, we do not refurbish an old building, we replace it ... It creates a different environment for life."

'Red: China's Cultural Revolution' , by Jiang Jiehong